Nathalie Greemwood nos habla del proceso de escritura de su primera novela en solitario, de salseos, de inmortalidad y de su hermana de letras…
Esta es tu primera novela en solitario después de Los Absolutos junto a Bea [Greemwood]. ¿Cómo has vivido el proceso de escritura? ¿Has tenido que enfrentarte a algún nuevo obstáculo como autora?
Aunque es cierto que ha sido un proceso de escritura individual, he tenido la suerte de haber estado acompañada desde la primera página por mi hermana de letras, Bea. Ella ha vivido a mi lado cada borrador, cada transformación, cada idea alocada (y cada alegría y llanto). Con Los Absolutos vivimos un gran proceso de crecimiento juntas, y con La Guerra Diamante ha sido satisfactorio comprobar ese recorrido por mí misma. Ahora puedo decir que vengo con fuerza para seguir a flote y ofrecer infinidad de nuevas historias. Para mí esta novela ha acabado con una sensación desagradable: era incapaz de ver o valorar lo que conseguía. La guerra diamante ha roto el ancla que me tenía hundida en lo más profundo del océano.
¿Por qué una historia de piratas?
Desde siempre me ha atraído el mar (¡si hay agua a mi alrededor necesito estar en remojo!). También está ese deseo por conocer qué hay más allá, la incertidumbre de no saber si se volverá o no de ese infinito azul, el terror a las noches de plena oscuridad en medio del océano… Todas son cuestiones que me preguntaba y creo que, si me hubiese tocado vivir en ese periodo de la historia en el que los piratas dominaban los mares, hubiese sentido la necesidad de subirme a uno de sus barcos.
¿Cuáles son tus novelas o películas de piratas preferidas? ¿Alguna en concreto te inspiró a la hora de escribir La guerra diamante?
A día de hoy, he leído muchos libros “piratescos”, el último fue El Trono de las Siete Islas. Recuerdo que el primer libro de piratas que leí fue Mi vida de Pirata Enano. Mis padres me lo regalaron cuando era pequeña y me fascinaron sus aventuras.
¿En cuanto a la inspiración? Con Los Absolutos demostré que era fan absoluta de Disney, por lo que tengo que mencionar El Planeta del Tesoro. Esa película fue todo un descubrimiento para mí. ¿Barcos que vuelan? ¡Menuda maravilla! Además, coincidió que al año siguiente salió la película de Simbad el Marino, de la que también quedé enamorada (sobre todo de su villana). A ello se sumaron algunos juegos de Final Fantasy, con el aesthetic, los barcos… Y luego llegó Piratas del Caribe. Así que los piratas han estado muy presentes en mis gustos, ¡desde que tenía 10 años! Aunque hasta mucho más tarde no empecé a escribir sobre ellos.
¿Te reconoces en alguno de los personajes de la novela? ¿Hay alguno por el que sientas especial debilidad? Al parecer el armiño Ron ya ha conquistado a las primeras fans…
Cada personaje tiene algo de mí, en mayor o menor medida, pero diría que mis personajes favoritos son Michelle y Valthier. Aunque confieso que siento la mayor debilidad por Ron (los animales son mi talón de Aquiles). Los piratas siempre van acompañados de sus loros u otros animales… Y me pareció divertido incluir un personaje así.
Además de las aventuras y del romance, La guerra diamante tiene un mensaje que va más allá, casi podríamos decir que social… ¿Qué querías transmitir a través de la figura del Gobernador y la revuelta de los piratas?
La historia y aprender de ella siempre me ha parecido algo complejo. Justo he terminado de leer un comic llamado Hierba, que cuenta la historia de una mujer coreana y todo lo que vivió durante la Segunda Guerra Mundial. Me impactan mucho ese tipo de relatos por ser reales. Y es que, como se suele decir (por desgracia), la realidad supera a la ficción. La idea de que historias y vivencias como esa queden olvidadas me provoca terror. Si ya no están quienes las vivieron para contar lo que pasó, ¿quién lo hará? La historia se puede contar de diferentes maneras, se puede transformar. Manipular…
Esto es lo que quería remarcar con La Guerra Diamante para transmitírselo a los lectores (jóvenes y no tan jóvenes). Cuando hablamos de la historia como asignatura, a veces provoca rechazo, pero al tratarse de una novela fantástica y de ficción, se puede abordar este tema. De esta manera creo que es más fácil concienciar sobre lo que sucede a nuestro alrededor, comprender algunas semejanzas con el pasado y aprender de ello para mejorar. Así es como se aprende a ser fuerte, a luchar por nuestros derechos, a no doblegarse ante nadie.

En este sentido, ¿qué representa para ti la figura del pirata rebelde?
La lucha incansable por la verdad y la justicia, aunque a veces connote en algo negativo. También que no siempre lo correcto es lo justo, o lo bueno, y que hay que comprender las acciones de los diferentes bandos antes de posicionarse: es decir, no dejarse embaucar por una buena propaganda o una buena oratoria.
¿A favor o en contra de la inmortalidad?
Cuando me comentasteis que habría preguntas “difíciles”, no sabía a qué os podríais referir, pero al leer esta… todo cobra sentido, jaja.
¿Sinceramente? El tema de la muerte es algo que me aterra. Pero creo que la inmortalidad nos privaría de muchísimas cosas que considero vitales y únicas. Cosas por las que valoro mi día a día. Perdería el sentido mágico de vivir y disfrutar de cada experiencia. Aunque si pudiese tener la inmortalidad junto a mis seres queridos, quizás sucumbiría a la duda de valorarlo. Pero si tuviese que decidirlo ahora… no me atrevería a aceptarla.
¿Si tuvieses acceso al DMNT, cómo emplearías el tiempo de vida extra?
En disfrutar con las personas que me importan, seguir creando momentos inolvidables… Además, me quejo siempre de no tener mucho tiempo para viajar, así que supongo que usaría la mayoría para eso, jaja.
Antes de acabar, tenemos que hablar de salseos… La historia entre Kivar, Cèdric y Qarmen es muy distinta de lo que se suele leer y le da la vuelta al típico triángulo amoroso. ¿Cómo se te ocurrió y por qué era importante para ti presentar una trama romántica de este tipo?
Mientras Bea y yo escribíamos Los Absolutos, nos dimos cuenta de cómo había evolucionado la sociedad y consideramos que las novelas debían actualizarse y tener personajes inclusivos para que cualquiera pudiese identificarse con ellos. Incluir una trieja fue algo que, hablando con mi compi de letras después del primer borrador, quedó muy claro por los personajes que había escrito. Ellos fueron los que pedían esa representación y me pareció precioso aventurarme.
No conocía demasiado al respecto, pero hablando con amigues sobre sus experiencias, viendo series, películas y leyendo algún que otro libro… fui sacando la esencia para representar algo que debería ser normalizado. Tal y como dice uno de estos personajes en el libro, hablando sobre el corazón: «¿Acaso decidimos por quién late?»
Y por último, ¿tienes algún mensaje para los que todavía no han leído novela?
Si os gustan las novelas Young Adult de fantasía, ficción, distopía, capítulos cortos, con worldbuilding propio y tropos como slow-burn, enemies to lovers, friends to lovers, algo de salseo, representación LGTBIQ+ (y piratas), ¡aventuraos a formar parte de la flota de la Alquimia!